Recuerdo que en el tiempo en que trabajaba fuera de casa tenia mas arraigado el hábito de leer, ya que leía en los buses en los inmensos trancones bogotanos, leía hasta dos libros pequeños por mes o uno mediano; por eso no subestimo la cantidad de cosas que uno puede lograr en los tiempos que podrían ser muertos, cada minuto cuenta para cambiar la vida de uno.