Permite expresar opiniones, ideas, sugerencias o críticas constructivas sobre el mensaje recibido, brindando así la oportunidad de corregir malentendidos, ajustar el tono o mejorar la claridad de la comunicación. Ayuda a medir nuestro desempeño, identificar nuestras fortalezas y debilidades, y nos da ideas para mejorar. Es importante para las empresas, ya que les permite medir el impacto de sus productos o servicios y ajustar su estrategia en consecuencia. Eleva la moral de los empleados, haciéndolos más productivos y valorados. Es la base de toda dinámica de grupo, comunicación efectiva y no violenta en el ámbito laboral.