Seguir desarrollando:
Escuchar activamente a los demás y practicar la empatía. Mejorar tus habilidades de comunicación verbal y escrita. Aumentar tu capacidad para gestionar el estrés y mantener la calma en situaciones desafiantes.
Dejar de hacer:
Evitar interrumpir a los demás durante conversaciones o reuniones. Dejar de posterginar tareas o procrastinar. Eliminar comportamientos negativos, como criticar o juzgar a los demás.
Comenzar a hacer:
Iniciar sesiones regulares de retroalimentación con tus colegas para fomentar una cultura de mejora continua. Comenzar a buscar oportunidades de aprendizaje y desarrollo profesional adicionales. Iniciar prácticas de autocuidado, como la meditación o el ejercicio regular, para mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal.