Hace algunos años, cuando viajé a Estados Unidos, me encontré en una situación de estrés relacionada con la elección de un grupo de estudio en la que daban un seminario en inglés debía hacerlo y quería unirme, pero el tema que estaban estudiando no me apasionaba tanto y era sobre teatro. A pesar de mis gustos, decidí unirme a otro grupo era de inglés pero no enfocado al teatro, sin embargo luego reflexioné y dije porque no arriesgarme a nuevos aprendizajes. Tomaría 3 decisiones diferentes que son las siguientes: Aunque el tema no era mi pasión, me enfocaría la próxima vez en el desafío de aprender algo nuevo y verlo como una oportunidad de crecimiento. Estaré abierta a explorar temas fuera de mi zona de confort y verlos como oportunidades de aprendizaje. Hablaré abiertamente con el grupo sobre mis intereses y expectativas para encontrar un equilibrio. Regularmente evaluaré si estoy en la “zona de flujo” y ajustaré mi enfoque según sea necesario.