El desarrollo y práctica constante del autoconocimiento es esencial para poder reconocernos, aceptarnos y aprender a cada momento cuáles son nuestras fortalezas y debilidades. Esto nos ayuda a prestar y recibir ayuda, además de mejorar y optimizar nuestros procesos de aprendizaje a nivel personal. Entre los tipos de aprendizaje nombrados creo que a lo largo de mi vida he ido tomando posturas desde el lugar divergente y asimilador, en diferentes situaciones, por diferentes curiosidades o proyectos que me he propuesto.