En algunos aspectos, sí. Me siento agradecido por ciertas rutinas que ya forman parte de mi día, como cuidar mi alimentación, trabajar en mis responsabilidades y buscar momentos de descanso. Sin embargo, también soy consciente de que hay áreas que necesitan atención y cambio. No estoy 100% satisfecho, pero me doy crédito por lo que ya he logrado.