Aunque he logrado construir una rutina con cierta disciplina en lo académico y lo laboral, siento que aún hay aspectos de mi estilo de vida que necesitan atención. El exceso de trabajo está desplazando momentos esenciales como el descanso, el ejercicio y el orden personal. Me gustaría recuperar el equilibrio: dormir mejor, estructurar mis días con pausas activas y crear espacios físicos más organizados que reflejen claridad mental. Para ello, planeo implementar rutinas de ejercicio matutino, cortes digitales en la noche y bloques de trabajo bien definidos. También quiero combatir ese pensamiento impostor que me frena, reconociendo que tengo habilidades reales, y que el cambio empieza por confiar en mí y comprometerme conmigo misma.