Entendí que mi historia, mis habilidades y mi manera de presentarme pueden marcar una gran diferencia. Aun si estoy comenzando o cambiando de carrera, tengo mucho que mostrar: mis proyectos, mi compromiso por aprender y mi determinación para crecer en este mundo que, aunque desafiante, también está lleno de oportunidades.
Prepararme para entrevistas es mucho más que memorizar respuestas. Es investigar, practicar, equivocarme, reflexionar y mejorar. Es entender qué buscan las empresas, pero también qué quiero yo como profesional. Aprendí que mostrar interés, conocer la cultura de la empresa y tener claridad sobre mis habilidades me ayuda a conectar mejor con quien está del otro lado.
Además, descubrí el valor de mi portafolio y mi GitHub, donde puedo mostrar lo que sé hacer con hechos, no solo con palabras. Y comprendí que cada entrevista, sea exitosa o no, es una oportunidad para crecer, recibir feedback y avanzar con más claridad.
Y como mujer en tecnología, todo esto toma aún más fuerza. No estoy solo construyendo un camino para mí, sino también aportando a que otras mujeres se animen, crean en sí mismas y se abran espacio en un sector que necesita más diversidad y nuevas voces.
Hoy sé que mi Marca Personal es una herramienta poderosa, que mis palabras pueden abrir puertas, y que mientras más me prepare, más fuerte será mi confianza. Estoy lista para seguir aprendiendo, fallando, mejorando y, sobre todo, avanzando.