Al ser una persona más enfocada, podré lograr mis objetivos con mayor eficiencia, reduciría mi procrastinación, mejoraría mi productividad y me sentiría más satisfecha con mis avances. Esto también me permitirá tener más tiempo para lo que realmente importa y sentirme más equilibrada en mi vida personal y profesional, sin caer en la zona de confort o estrés otra vez.