La formación de hábitos varía según la persona y la complejidad del hábito en cuestión. No hay un tiempo fijo que se aplique universalmente, pero la regla general se basa en la idea de que la consistencia y la repetición son clave. El psicólogo Dr. Maxwell Maltz propuso la idea de que se necesitan alrededor de 21 días para formar un nuevo hábito, pero esta cifra ha sido criticada y la investigación más reciente sugiere que el tiempo puede variar significativamente.
Un estudio publicado en la revista European Journal of Social Psychology en 2009 sugiere que, en promedio, se necesitan alrededor de 66 días para que un comportamiento se convierta en un hábito automático, aunque este período puede variar desde tan solo 18 días hasta 254 días, dependiendo de factores individuales y de la complejidad del hábito.
Lo más importante es la consistencia y la repetición. Realizar la acción deseada de manera regular y constante contribuirá a la formación del hábito. Además, la motivación, la claridad en los objetivos y la recompensa positiva pueden influir en la rapidez con la que se establece un hábito.