Estudiar con distracciones es como tratar de llenar un vaso con un agujero en el fondo. Tenés el celu, las notificaciones, la tele, y mil cosas más que te sacan del foco. Al final, terminas dedicando más tiempo a las distracciones que realmente a estar aprendiendo. Lo mejor es apagar todo lo que no sea esencial, ponerte horarios, y hacer descansos cortitos para no quemarte. Y ojo, no te olvides de premiarte después de una buena sesión de estudio, que también es importante para motivarte. ¡A concentrarse y meterle onda!