Ya estoy inscrito ¿Todavía no tienes acceso? Nuestros Planes
Ya estoy inscrito ¿Todavía no tienes acceso? Nuestros Planes
0
respuestas

Eliminar barreras

A lo largo del tiempo, me he dado cuenta de que las distracciones son como pequeños obstáculos invisibles que pueden sabotear nuestros planes, especialmente cuando queremos ser productivos. Para mí, la clave ha sido identificar las barreras que enfrentaba en mi día a día y construir estrategias para superarlas.

Primero, me enfoqué en observar mis hábitos: ¿cuánto tiempo pasaba en redes sociales? ¿Cuántas veces interrumpía mi trabajo para hacer algo que no era urgente? Descubrí que mis mayores distracciones venían de mi teléfono. Así que comencé a dejarlo lejos de mi espacio de trabajo o lo ponía en modo “No molestar”. Puede parecer algo pequeño, pero ese simple cambio me ayudó a ganar muchísima claridad.

Algo que marcó la diferencia fue crear una rutina por bloques de tiempo. Por ejemplo, dedico las primeras horas del día a las tareas más importantes, cuando mi mente está fresca, y dejo actividades más ligeras para la tarde. Al principio, me costaba seguir el plan porque no estaba acostumbrada a estructurar mi día, pero al ver los resultados, ¡me motivé mucho más!

También aprendí a ser flexible conmigo misma. Hay días en los que simplemente no logro todo lo que me propongo, pero aprendí a no culparme por ello. En lugar de eso, uso esos momentos para reflexionar y ajustar mi enfoque. Por ejemplo, si sé que un día voy a estar más cansada, me permito reducir mis expectativas y priorizar el descanso.

Una lección importante fue entender que las distracciones no siempre vienen de fuera, sino también de la falta de objetivos claros. Cuando no tenía una idea específica de qué quería lograr, cualquier cosa se sentía más atractiva que trabajar. Por eso, ahora empiezo cada día definiendo mis prioridades y recordándome por qué son importantes para mí.