Recordando que un hábito es una acción o conjunto de acciones que hacemos de forma automática, luego de aplicar una rutina, las cuál son los hechos en sí, de forma sostenida en un período de tiempo específico. La fijación de esta rutina como hábito, depende exclusivamente de la realidad propia de cada individuo, donde tanto su estilo de aprendizaje como su disponibilidad de tiempo para ejecutar la rutina en mayor o menor medida de forma continua totalmente o con algunos espacios de tiempo por obstáculos propios, si bien existen estudios con promedios para dicha transformación, lo cierto es que aparentemente esta puede tardar hasta ocho (8) mese para su consecución, así como el nivel de dominio o destreza en su ejecución, ya que, como casi todo en la vida, los planes deben ajustarse por los obstáculos presentados, siendo muy pocas cosas en el dominio de los seres humanos, de carácter lineal, por lo que nuestra principal preocupación debería ser el obtener el tiempo necesario para dominar y hacer automática dicha rutina dentro de nuestra disponibilidad teniendo siempre como impulsor, algo que frecuentemente nos recuerde la motivación para ello y el tiempo específico que tenemos para ejecutarlo para dar sentido de importancia a nuestras acciones destinadas para alcanzarlo.
