Salir de la zona de confort es esencial para el crecimiento personal y profesional. Aunque enfrentarse a la ansiedad y el estrés inicial puede ser desafiante, la recompensa de alcanzar la zona de flujo y aprendizaje vale el esfuerzo. Recordar nuestros objetivos y entender nuestro estilo de aprendizaje nos ayuda a mantenernos motivados y resilientes en este proceso. En mi experiencia, cada vez que he superado esos momentos difíciles, he logrado no solo aprender algo nuevo, sino también ganar una mayor confianza en mis capacidades.