La zona de confort es donde nos sentimos seguros pero no adquirimos nuevos conocimientos. Para aprender, es esencial salir de esta zona y entrar en la zona de aprendizaje.
Al abandonar la zona de confort, inicialmente sentimos entusiasmo, pero podemos enfrentarnos a estrés y ansiedad debido a la alta dificultad y a la falta de habilidades adecuadas.
Para superar esta fase y alcanzar la zona de aprendizaje o flujo, es crucial:
- Recordar nuestro objetivo y motivación para aprender.
- Ser conscientes de nuestro estilo de aprendizaje.
- Incrementar nuestras habilidades de forma gradual.
El verdadero aprendizaje se da fuera de la zona de confort. Es vital rodearnos de personas que nos incentiven a crecer y salir de esa zona cómoda.