El enfoque es una herramienta poderosa para gestionar mejor nuestro tiempo y nuestras emociones, permitiéndonos avanzar hacia nuestras metas de manera más efectiva. Es esencial tener claridad sobre lo que queremos lograr y construir hábitos que nos ayuden a mantenernos en el camino. La acción es el primer paso hacia el cambio, y ese paso debe ser dado ahora.