El estrés es un factor determinante que puede afectar negativamente nuestra autoestima. Cuando nos encontramos en situaciones de estrés, es común que nuestras rutinas diarias no cumplan con las expectativas que teníamos en cuanto a lo que podemos lograr. A menudo, posponemos las tareas pensando que podemos realizarlas a tiempo debido a nuestra confianza en nosotros mismos, pero las cosas pueden salir mal. Esta situación puede afectar nuestra autoestima, ya que sentimos que no cumplimos con nuestras propias expectativas y nos juzgamos con dureza. Es importante tener en cuenta que el estrés puede afectar nuestra capacidad para tomar decisiones y actuar de manera efectiva, y que es necesario encontrar maneras de manejarlo para no dejar que afecte negativamente nuestra autoestima y nuestra capacidad para lograr nuestras metas.