El modelo de evaluación Kirkpatrick, creado por el profesor Donald Kirkpatrick, es ampliamente reconocido para evaluar programas de formación y capacitación. Este modelo proporciona una cadena de evidencias respaldada por datos que mide el impacto del aprendizaje en las organizaciones. Reacción: En este nivel, se evalúa la respuesta de los participantes ante la capacitación recibida. Una reacción positiva aumenta la probabilidad de aprendizaje, mientras que una reacción negativa reduce esa probabilidad. Se utilizan encuestas para evaluar aspectos como la habilidad del formador, la utilidad del curso y las instalaciones donde se llevó a cabo. Aprendizaje: Aquí se mide el cambio en el conocimiento, habilidades y actitudes de los participantes. Se compara el conocimiento antes y después de la formación, y se realiza una prueba escrita. El objetivo es evaluar cómo los participantes reconocieron los conocimientos impartidos. Desempeño: Se evalúa si los participantes aplican los conocimientos adquiridos en su trabajo. Se pueden realizar entrevistas y observar el desempeño en el contexto laboral. Resultados: Este nivel analiza el impacto en la organización, como mejoras en la productividad, reducción de costos o aumento de la satisfacción del cliente.