Todos tenemos listas de objetivos, algunas escritas, otras en la mente. Algunas personas ni siquiera tienen, van sobre la marcha, en el mejor de los casos, otros son obsesivos e incluso demasiado "cuadrados" en seguirlas al pie de la letra.
Creo que la gestión ágil que hemos visto anteriormente, también, y quizá primeramente, aplica a nuestra propia persona. Saber decidir que objetivos son menos relevantes y ofrecen menor ganancia, ya sea financiera o moral, y cuáles son incluso prioridad. Tenemos que saber organizar nuestro tiempo. Por ejemplo, en mi caso, soy padre de familia de dos niñas, y es necesario organizar el tiempo para hacer todo lo necesario; trabajo, familia, descanso, etc. Uno puede alcanzar a hacer todo, pero aparece la procrastinación, ya que es fácil caer en "yo hago mucho, merezco un descanso", pero hay que ser realistas, no siempre es ideal descansar, de la misma manera que no siempre es lo mejor trabajar. El equilibrio como en todo, es sumamente importante, es una bandera que debemos portar TODO el tiempo para todo.
Si sabemos filtrar nuestros objetivos, podremos lograrlos, y si los logramos, podremos tener tiempo para el resto de las actividades que queramos desarrollar.
