Para convertir el aprendizaje en una memoria a largo plazo, es importante agrupar la información en bloques o "chunks" de conocimiento relacionados.
Al ir uniendo y sedimentando estos pequeños bloques de información, vamos construyendo un aprendizaje más sólido y completo que podemos aplicar posteriormente.
Dividir tareas grandes en subtareas más pequeñas y dominar cada una de ellas por separado facilita mucho el aprendizaje. Es como aprender a cocinar una receta paso a paso.
Entender las partes más básicas, como las palabras, sus tipos (sustantivos, verbos, preposiciones) y cómo se usan para formar oraciones, párrafos y textos, es fundamental para luego poder componer conocimientos más complejos.
Este proceso de ir construyendo el aprendizaje paso a paso, de lo simple a lo complejo, se aplica tanto a temas de lenguaje como a las matemáticas u otras áreas.
En resumen, la clave está en dividir, agrupar y sedimentar el conocimiento de forma gradual para lograr un aprendizaje sólido y duradero.