En esta clase comprendí que muchas veces no avanzamos en el aprendizaje, no por falta de capacidad, sino por barreras que nosotros mismos permitimos o no sabemos cómo manejar. Me sentí muy identificado con varias de las analogías, porque me ayudaron a ver mi realidad desde otra perspectiva.
Por ejemplo, la falta de tiempo como un jardín descuidado me hizo pensar en cuántas veces he dejado de estudiar por no organizar bien mis prioridades. O cómo las distracciones del celular son como ladrones de tiempo, y al final del día me doy cuenta que perdí oportunidades valiosas.
También entendí que pensar en otras tareas, tener interrupciones, el miedo al cambio o la ansiedad no son debilidades, sino barreras comunes que podemos aprender a manejar si tomamos conciencia y actuamos con dirección.
Para superarlas, me comprometo a:
-Crear una rutina más clara y proteger mis momentos de estudio. -Anotar tareas que me distraigan y retomarlas después. -Hablar con mi entorno para evitar interrupciones innecesarias. -Recordar siempre mi propósito cuando me ataque el miedo o la duda. Y celebrar cada pequeño logro, porque eso me recarga y me motiva a seguir.
Aprender a identificar estas barreras y trabajar en ellas me da más claridad y paz para seguir creciendo. Sigo en proceso, pero ahora tengo más herramientas y conciencia para avanzar.
