Para mejorar la productividad y el enfoque en el aprendizaje, es esencial abordar distractores y eliminar barreras que puedan obstaculizar el proceso. Los distractores pueden ser tanto externos como internos; por ejemplo, ruido ambiental, notificaciones de dispositivos electrónicos o falta de organización personal. Eliminar barreras implica identificar y gestionar estos elementos para crear un entorno propicio para el estudio. Algunas estrategias incluyen establecer un espacio de estudio tranquilo, apagar notificaciones durante períodos de concentración, crear un horario estructurado y utilizar técnicas de gestión del tiempo.