Crea una estructura de carpetas lógica: Antes de comenzar a escribir código, crea una estructura de carpetas lógica en tu sistema de archivos. Puedes crear carpetas principales para cada proyecto o tema de estudio, y dentro de ellas puedes tener subcarpetas para diferentes componentes del proyecto, como código fuente, archivos de datos, documentación, imágenes, etc. Mantén un esquema de nomenclatura consistente y descriptiva para facilitar la identificación de los archivos y carpetas.
Guarda los archivos en ubicaciones apropiadas: Evita guardar los archivos directamente en el escritorio u otras ubicaciones desorganizadas. Almacena los archivos en las carpetas apropiadas de acuerdo a la estructura que has creado previamente. Esto te ayudará a encontrar fácilmente los archivos cuando los necesites y evitará la pérdida de código por errores de eliminación.
Mantén un sistema de versionamiento: Utiliza un sistema de versionamiento, como Git, para gestionar y hacer seguimiento de las versiones de tus archivos y proyectos. Esto te permitirá mantener un registro de los cambios realizados en el código y revertir a versiones anteriores si es necesario.
Haz copias de seguridad: Realiza copias de seguridad periódicas de tus archivos y proyectos en ubicaciones seguras, como almacenamiento en la nube o dispositivos externos. Esto te protegerá contra la pérdida de datos en caso de fallos de hardware o errores humanos.
Mantén la limpieza: Regularmente revisa tus carpetas y elimina archivos innecesarios o duplicados. Mantén solo los archivos relevantes y actualizados en tus carpetas de trabajo para evitar confusiones y mantener la organización.