Saliendo de la zona de confort, primero “esquivas la zona de estrés” para poder pasar a la zona de aprendizaje. Importante tener en cuenta qué debe potenciar cada uno.
Si estamos predispuestos, si tenemos constancia y además establecemos una rutina sencilla y realista, podremos crear un hábito, como por ejemplo, el hábito de aprendizaje.
No olvidar tener constancia y dirección.
Sin bajar los brazos, con el objetivo en mente de continuar estudiando todas las semanas, sin importar que sean idénticos los días de estudio, pero sí intentando siempre seguir, practicar, “ponerle garra”.