HTML, CSS y JavaScript son el trío inseparable que da vida a las páginas web. Cada uno aporta un rol específico para crear experiencias web dinámicas e interactivas.
HTML, el lenguaje de marcado, define la estructura y el contenido de la página, como si fuera el esqueleto. CSS, el lenguaje de estilos, se encarga de la apariencia, vistiendo ese esqueleto con colores, fuentes y diseños atractivos. Finalmente, JavaScript, el lenguaje de programación, dota a la página de interactividad, permitiendo animaciones, validaciones y actualizaciones en tiempo real.
Dominar este trío es fundamental para cualquier aspirante a desarrollador web. HTML te permite organizar el contenido de forma semántica, vital para la accesibilidad y el SEO. CSS te da control sobre la estética y el diseño, creando interfaces atractivas y responsivas. Y JavaScript te abre las puertas a la interactividad, ofreciendo experiencias dinámicas y funcionales.