S - Específico: La meta debe ser clara y específica para que sepas exactamente lo que deseas lograr. En lugar de escribir "quiero mejorar en matemáticas", es mejor escribir "quiero obtener una calificación A en mi próximo examen de matemáticas".
M - Medible: La meta debe ser cuantificable para que puedas medir tu progreso y éxito. En el ejemplo anterior, medible sería "quiero obtener una calificación A (90% o más) en mi próximo examen de matemáticas".
A - Alcanzable: La meta debe ser alcanzable, lo que significa que debe ser desafiante pero factible de lograr con tus habilidades y recursos actuales. En el ejemplo anterior, es importante evaluar si es alcanzable obtener una calificación A en función de tu historial académico y el tiempo que tienes disponible para estudiar.
R - Relevante: La meta debe ser relevante y alineada con tus valores, intereses y objetivos a largo plazo. En lugar de escribir "quiero obtener una calificación A en mi próximo examen de matemáticas", es mejor escribir "quiero obtener una calificación A en mi próximo examen de matemáticas porque es importante para mi carrera en ingeniería".
T - Tiempo-bound: La meta debe tener un plazo específico para que puedas establecer un plan de acción y seguirlo. En el ejemplo anterior, tiempo-bound sería "quiero obtener una calificación A (90% o más) en mi próximo examen de matemáticas que es en dos semanas".