La barrera que más me quita el enfoque es el mindset fijo, esa voz interna que a veces me hace dudar de mis capacidades o pensar que no soy lo suficientemente bueno para ciertos retos. Eso me frena más que cualquier distracción externa, porque afecta directamente mi motivación y mi confianza.
También incluiría en la lista la sobrecarga de tareas o responsabilidades, que no solo agota mentalmente, sino que me hace sentir que no tengo espacio para concentrarme o aprender algo nuevo con calma.