De la lista proporcionada, la distracción en el internet como redes sociales, páginas web y correos es la barrera que más fácilmente me quita el enfoque. Cuando intento concentrarme en tareas importantes o estudios, me resulta muy fácil perder la atención por notificaciones, actualizaciones o simplemente la tentación de revisar algo "rápido" que termina robando más tiempo del esperado.
También los pop-ups y notificaciones en el teléfono suelen interrumpir mi flujo de trabajo, especialmente aplicaciones como Whatsapp, que a menudo traen mensajes que parecen urgentes pero casi nunca lo son. Este tipo de interrupciones hace que me cueste retomar la concentración.
Además, añadiría una barrera importante a la lista:
El perfeccionismo y la presión por resultados inmediatos: Muchas veces pierdo enfoque porque siento que todo debe quedar perfecto desde el primer intento, lo que genera ansiedad y puede llevarme a postergar o dispersarme. Este pensamiento eleva el estrés y disminuye la productividad.