Las dos barreras que más me incomodan son la procrastinación y el estrés relacionado con el tiempo.
Procrastinación: Esta barrera ocurre cuando me siento abrumado por la cantidad de tareas o la dificultad de un proyecto, lo que me lleva a posponer el trabajo. Generalmente, sucede cuando tengo que enfrentar tareas grandes o desafiantes y me resulta difícil empezar. Esta procrastinación puede acumularse y aumentar mi ansiedad, haciendo que el trabajo se sienta aún más difícil.
Estrés relacionado con el tiempo: Esta barrera surge cuando tengo múltiples plazos o compromisos que se superponen. Siento presión para completar tareas en un tiempo limitado, lo que puede resultar en una sensación de agobio y disminución de mi capacidad para concentrarme y ser productivo. Esto ocurre especialmente en momentos de alta demanda, como durante los exámenes o proyectos importantes con fechas de entrega ajustadas.
Para superar estas barreras, es fundamental que establezca un plan de acción claro, divida las tareas en pasos manejables y utilice técnicas de manejo del tiempo, como la técnica Pomodoro, para mejorar mi enfoque y reducir la procrastinación.