Mi nuevo desafío es este curso, en el que me embarcaré en la adquisición de nuevos conocimientos desde cero. Para afrontarlo de manera efectiva, he decidido descomponer el contenido en bloques pequeños y manejables, alineados con mi estilo de aprendizaje y el formato del curso. Además, he integrado mi propósito personal (ikigai) como brújula para mantener la motivación: ya visualicé un proyecto que quiero desarrollar, y cada lección será una pieza clave para construirlo. Para mantenerme organizado, elaboré un cronograma que distribuye las lecciones de forma progresiva, permitiéndome avanzar con claridad y enfoque. Por último, para combatir la curva del olvido, incluiré sesiones de repaso periódicas que refuercen lo aprendido y aseguren una retención duradera.