Primeramente, en este caso, si quieres aprender algún tema que requiera de un arduo esfuerzo mental, llevaría un enfoque general que podría aplicarse para cualquier tema en concreto.
1. Dividir el aprendizaje en bloques pequeños.
Descomponer el tema en partes fundamentales:
- Entender los fundamentos, conocer los conceptos básicos que sustentan el tema.
- Explorar conceptos clave, identificar subtemas o herramientas esenciales.
- Aplicación práctica, resolver problemas pequeños y progresar hacia desafíos más complejos.
2. Organizar el proceso de aprendizaje.
- Dividir los temas por semanas, con el fin de ir adquiriendo un aprendizaje más profundo de lo estudiado.
3. Incorporar estrategias de aprendizaje activo.
- Practicar constantemente.
- Enseñar a otros o explicarse así mismo.
- Solicitar retroalimentación.
- Evaluar el progreso.