Piensa en el próximo desafío de aprendizaje que tienes. ¿Cómo puedes, con base en los ejemplos del curso, romperlos en pequeños bloques y organizar tu proceso de aprendizaje?
Lo primero, es conocer todo lo que abarca el curso. Posteriormente, conocer de manera breve cada uno de los contenidos para reconocer su amplitud y complejidad (además de nuestro conocimiento previo sobre el tema). Esto nos permitirá hacer una planeación y posterior fragmentación del curso en pequeñas acciones/partes que podremos ir desarrollando para que sea más simple el cumplir.
Esta siempre se me ha hecho una excelente técnica y frecuentemente la aplico en mi trabajo para resolver problemas complejos, además de que me permite delegar y así recibir apoyo.