Un ejemplo de un proximo desafío de aprendizaje es aprender un nuevo idioma. Para organizar mi proceso de aprendizaje, dividiría el estudio en escritura, lectura y hablado, posteriormente dividiría esas categorías en más subtemas y así sucesivamente, según convenga. Asi quedarían rotos en pequeños bloques y utilizando diferentes formatos de aprendizaje, distribuiría el tiempo para aprender la información y utilizaría una práctica distribuida para no olvidar lo aprendido.