Después de realizar la evaluación, descubrí que mi estilo de aprendizaje es multimodal (VAK), con una puntuación destacada en los estilos visual (12), auditivo (11) y kinestésico (14), y una menor afinidad por el estilo de lectura/escritura (3).
Aunque el resultado indica una mayor inclinación hacia lo kinestésico, personalmente me identifico más con los enfoques visuales y auditivos, ya que suelo retener mejor la información a través de gráficos, esquemas, videos explicativos y conversaciones significativas. Aun así, reconozco que el aprendizaje práctico, mediante experiencias reales o ejercicios aplicados, también me ha ayudado mucho a consolidar el conocimiento, especialmente en entornos laborales o técnicos.
Este diagnóstico me hace reafirmar la importancia de combinar diferentes formatos según el tipo de contenido o habilidad que quiero desarrollar. Creo que aprovechar conscientemente todos los estilos es clave para convertirnos en lifelong learners más eficaces y adaptables.