Después de conocer los diferentes estilos de aprendizaje con el test de VARK y reflexionar sobre mi propia experiencia, me di cuenta de que los formatos con los que más conecto son auditivo y lectura/escritura.
Aprendo muchísimo escuchando: me gusta seguir podcasts, entrevistas, clases grabadas o incluso videos donde las ideas se explican de forma clara y conversada. A veces solo necesito ponerme los audífonos y dejar que la información fluya.
También disfruto leer y hacer resúmenes. Me ayuda mucho escribir con mis propias palabras lo que entendí de una clase o lectura. Es como si, al escribirlo, lo estuviera procesando y ordenando dentro de mi mente. Pero también me llevo la idea de que no debemos quedarnos solo con un formato. Combinar estilos puede hacernos más completos y flexibles a la hora de aprender algo nuevo. En mi caso, quiero retarme un poco más en lo visual y kinestésico, practicando con mapas mentales o proyectos aplicados.
Ser un Lifelong Learner significa conocernos, pero también estar dispuestos a salir de la zona cómoda y explorar nuevas formas de aprender.