La lectura y la escritura han sido formatos convencionales con los cuales se han llevado a cabo procesos de aprendizaje a través del tiempo, es una forma muy activa que le permite entrenar más a la mente, mantenerla muy enfocada y en el caso de la escritura a ejecutar uno o ambos brazos. Sin embargo esta forma es muy agotadora y puede conllevar rápido al cansancio e incluso a la desmotivación, para lo cual es bueno hacer uso de otros medios que pueden ser más difusos como el uso de medios auditivos y/o visuales que son más pasivos y son menos agotadores. No obstante, estas formas de aprendizaje al ser más pasivas conllevan a que la información no se retenga. Las formas kinestésicas podrían llegar a ser las mejores, pero para evitar errores y aplicarlas bajo el contexto más real, es necesario o por lo menos recomendable llevar a cabo una, dos o las tres formas de aprendizaje mencionadas anteriormente, para lo cual, desde mi punto perspectiva no hay lugar para seleccionar un formato favorito ya que todos son necesarios y con un formato exclusivo el aprendizaje no es suficiente.