Reformular los errores como aprendizajes:
En lugar de frustrarme cuando algo no sale bien, puedo verlo como una oportunidad para mejorar. Por ejemplo, si encuentro dificultades en un tema de programación, como arrays o estructuras de datos, en lugar de pensar "No soy bueno en esto", puedo reflexionar sobre qué puedo hacer diferente: buscar más recursos, practicar con ejercicios básicos, o pedir ayuda a alguien con experiencia. Cómo ponerlo en práctica: Cada vez que enfrente un error o un obstáculo, lo escribiré junto con una posible solución o aprendizaje. Esto me ayudará a cambiar mi percepción de los errores y reforzar mi confianza. Celebrar el progreso, no solo los resultados:
Muchas veces nos enfocamos únicamente en el resultado final y olvidamos valorar los pequeños pasos que damos hacia nuestras metas. Esto puede desmotivarnos. Reconocer los avances, por pequeños que sean, nos ayuda a mantenernos motivados y reforzar el mindset de crecimiento. Cómo ponerlo en práctica: Al final del día, haré una lista breve de tres cosas que haya aprendido o mejorado, incluso si parecen pequeñas. Esto me permitirá visualizar mi progreso constante.