Adoptar una actitud de aprendizaje frente a los desafíos: En el curso se enseña que los desafíos deben ser vistos como oportunidades para aprender y crecer, en lugar de obstáculos insuperables. Cada vez que enfrente un problema o una tarea difícil, en lugar de evitarlo o frustrarme, hacer una pausa y pensar en qué puedo aprender de esta experiencia, sería de mucha utilidad. Por ejemplo, si estoy trabajando en un proyecto complicado en la escuela o el trabajo, deberé identificar qué habilidades puedo mejorar y qué nuevos conocimientos puedo adquirir durante el proceso.
Buscar feedback y utilizarlo constructivamente: En el curso se destaca la importancia de buscar retroalimentación de manera proactiva y utilizarla para mejorar, en lugar de tomarla como una crítica personal. Por ello, solicitaré retroalimentación regularmente a mis profesores, compañeros de trabajo o mentores sobre las tareas y proyectos que desarrolle, así, cuando reciba feedback, podré analizar las áreas de mejora y desarrollar un plan de acción para trabajar en esas áreas.