Practicar una mentalidad de todavía: en lugar de ver los desafíos o fracasos como limitaciones permanentes, creemos que aún no hemos alcanzado nuestro máximo potencial y que con trabajo duro y perseverancia podemos mejorar y crecer. Cómo ponerlo en práctica en mi vida diaria:
- Enfrenta los desafíos con actitud de aprendizaje, viendo cada obstáculo como una oportunidad para adquirir nuevas habilidades y conocimientos.
- Recuerda que el éxito no es lineal y los errores y fracasos son parte del proceso de crecimiento. Utilizarlos como oportunidades para aprender y afinar mi enfoque.