Para crear un mindset de crecimiento y reforzar el modelo mental de crecimiento, es importante cultivar la actitud de aprendizaje continuo y la voluntad de desafiarse a uno mismo. Dos posibilidades para poner en práctica en el día a día son:
Enfocarse en el proceso, no en los resultados: En lugar de centrarse en el resultado final, es importante centrarse en el proceso y el aprendizaje que se adquiere en el camino. Una forma de poner esto en práctica es establecer objetivos de aprendizaje específicos y medibles en lugar de objetivos de resultado. Además, se puede llevar un diario de progreso para documentar los logros y los obstáculos superados en el camino.
Tomar riesgos y experimentar: Para desarrollar un mindset de crecimiento, es fundamental estar dispuesto a tomar riesgos y experimentar con nuevas ideas y enfoques. Una forma de poner esto en práctica es proponerse hacer una actividad diferente cada semana, aunque sea pequeña, como leer un libro sobre un tema nuevo, intentar una nueva receta de cocina o tomar una clase de baile. De esta forma, se pueden desafiar las propias limitaciones y descubrir nuevas habilidades y perspectivas.