Tener confianza en que todo va a salir bien es el primer paso, sin importar lo que suceda en el camino. Posteriormente, pensar en que las dificultades que puedan aparecer son realmente oportunidades para ampliar mis conocimientos. Afrontar los desafíos con una mentalidad dispuesta a influenciarse por ese conocimiento además de reconocer la implicación en tiempo y dedicación de estos nuevos conocimientos.