Crear una mentalidad de "todavía no" en lugar de "ya no": en lugar de decir "no soy bueno en esto", se puede decir "todavía no soy bueno en esto, pero puedo aprender y mejorar". Para poner en práctica esta mentalidad, se puede comenzar a prestar atención a la forma en que se habla y tratar de cambiar las declaraciones negativas a positivas, enfocándose en el potencial de mejora.
Enfocarse en el proceso en lugar del resultado: en lugar de preocuparse solo por el resultado final, se puede enfocar en el proceso de aprendizaje y crecimiento. Se pueden establecer objetivos a corto plazo y centrarse en los pasos necesarios para alcanzarlos. Además, se puede celebrar el progreso y los logros a lo largo del camino. Para poner en práctica esto, se puede establecer metas a corto plazo y celebrar los pequeños logros a medida que se avanza hacia ellas.