- Ver los errores como oportunidades de aprendizaje
Qué significa: en vez de pensar “me equivoqué, entonces no sirvo para esto”, verlo como “¿qué puedo aprender de este error para mejorar la próxima vez?”.
Cómo aplicarlo en tu día a día: después de una práctica o clase, anota un error o dificultad que tuviste y escribe al lado la lección que te deja. Ejemplo: “Olvidé un medicamento en el RCP → repasar con tarjetas antes de la práctica”.
- Valorar el esfuerzo más que el resultado inmediato
Qué significa: entender que progresar lleva tiempo, y que el esfuerzo constante abre la puerta a dominar nuevas habilidades.
Cómo aplicarlo en tu día a día: felicítate o reconoce tus avances pequeños. Ejemplo: “Hoy aprendí bien dos medicamentos, aunque no todos. Ese es un paso hacia mi meta”.