Una situación de aprendizaje en la que me costó salir de la zona de estrés fue cuando ingresé a la universidad. Me di cuenta de que muchas personas parecían saber más, mientras que yo, a pesar de esforzarme, sentía que no progresaba. Eso me generó mucha frustración y ansiedad. Lo que me mantuvo atrapada en esa zona fue pensar que el problema era mi capacidad, cuando en realidad era mi método de estudio. Intentaba memorizar o simplemente resolver sin comprender realmente el fondo de los temas. Aprendí que necesitaba cambiar la forma en la que estudiaba, enfocándome en entender el porqué de las cosas, y no solo en llegar a la respuesta correcta.
Para no cometer los mismos errores y avanzar más rápido hacia la zona de aprendizaje:
-Aceptar que el error es parte del proceso y no una señal de que no soy capaz.
-Hacer preguntas y buscar comprender a fondo, incluso si eso significa ir más lento al principio.
-Compararme solo conmigo misma reconociendo mis avances.