Piensa en una situación de aprendizaje que hayas vivido y que tuviste dificultad en salir de la zona de estrés. ¿Cómo fue esa situación? ¿Qué te dejó atrapado en la zona de estrés?
Durante mi proceso de aprendizaje de inglés, especialmente al alcanzar el nivel avanzado, pasé por una etapa bastante complicada que me hizo sentir atrapada en la zona de estrés. Al principio, todo marchaba bien: disfrutaba aprendiendo palabras nuevas y conversando sobre temas cotidianos. Sin embargo, cuando comencé con los niveles más altos, las clases se enfocaron casi exclusivamente en la gramática avanzada y en estructuras muy específicas.
Esta situación me resultó sumamente monótona. El exceso de teoría y la falta de creatividad hicieron que el aprendizaje se volviera aburrido para mí. Empecé a perder la motivación porque sentía que estaba aprendiendo reglas complicadas que rara vez veía en la práctica diaria. Con el tiempo, esa rutina provocó que aumentara mi ansiedad. Quería entender perfectamente cada concepto y sentía frustración al cometer errores, perdiendo la seguridad que antes tenía en mis habilidades.
Me di cuenta de que el método no coincidía con mi estilo de aprendizaje, que es mucho más visual, práctico y creativo. Necesitaba proyectos dinámicos y recursos interactivos, pero en ese momento todo era repetitivo y teórico. Por eso, salir de esa zona de estrés implicó replantear mis estrategias y buscar materiales que se ajustaran mejor a mi manera de aprender, recuperando así las ganas y la confianza para seguir avanzando.
Ahora lista 3 actitudes diferentes que puedes tener en la próxima vez para no cometer los mismos errores y pasar rápidamente a la zona de Aprendizaje.
Buscar lo Práctico y Creativo
Cambia el enfoque si notas que te estás aburriendo o estancando con teoría repetitiva. Incorpora actividades prácticas como crear presentaciones, proyectos visuales o situaciones reales donde apliques lo que aprendes. Así mantendrás la motivación y el interés alto.
Aceptar los Errores como Parte del Proceso
En lugar de frustrarte por no entender o cometer errores, adopta una mentalidad de crecimiento. Ve los errores como oportunidades para aprender y mejorar, sin exigirte perfección. Así reducirás la ansiedad y avanzarás más rápido.
Adaptar los Recursos a tu Estilo de Aprendizaje
Si notas que algo no funciona, busca materiales y métodos que se ajusten a cómo aprendes mejor: recursos visuales, herramientas digitales, ejercicios dinámicos o aprender en grupo. Adaptando el método, el aprendizaje será más efectivo y menos estresante.