Mi experiencia se basa en que sin previo aviso me asignaron la responsabilidad de hacer reportes de calidad para un área nueva en otro país, con una gran diferencia horaria, y con un proceso de compliance especifico de esa region del mundo. Cuando yo trabajaba, ellos no, y viceversa, lo que hacía que los problemas tardaran hasta 24 horas en resolverse. No tuve aviso ni preparación previa o una transición clara de responsabilidades, y la carga de trabajo aumentó mucho. Me sentí muy presionado, entre la cantidad de tareas y la incertidumbre, y me costó adaptarme a los nuevos equipos y horarios. Pero poco a poco aprendí a organizar mejor mi tiempo, a delegar y a buscar a los colaboradores correctos que me pudieran ayudar a despejar dudas.
3 actitudes que ahora adopto para no estar en la misma situación son: Me aseguro de establecer horarios y canales claros para comunicarme con los equipos del otro país, lo que me ha ayudado a evitar largas esperas y reducir el estrés. También aprendí a delegar tareas y pedir ayuda cuando la carga es mucha, así no me siento solo en la responsabilidad. Además, he desarrollado una mentalidad más flexible, aceptando los errores y las diferencias horarias como parte del proceso, y enfocándome en adaptarme y aprender sin buscar la perfección inmediata.