Una experiencia que tuve fue mientras trabajaba en un proyecto con plazos muy ajustados, me asignaron la coordinación de un equipo multidisciplinario para lanzar un producto. La presión era alta porque el cliente había cambiado requisitos a mitad del proceso y pues a la vez dependíamos de otras áreas para avanzar.
¿Qué me dejó atrapado en la zona de estrés? El querer hacer todo perfectamente, creía que solo si controlaba cada detalle personalmente evitaría errores, lo que me llevó a sobrecargarme.
3 actitudes para no cometer los mismos errores: 1. Delegar y confiar, 2.Comunicar límites, 3. Ver los problemas como oportunidades de colaboración.