Abrazar el reto: Entiendo que equivocarse es parte del proceso. En vez de evitar la incomodidad, la uso para avanzar.
Buscar apoyo: Cuando me bloqueo, consulto a otros. A veces, una mirada externa aclara el camino.
Pausar con intención: Si me siento saturado, me detengo un momento. Volver con calma mejora mi enfoque.