En una ocasión, tuve que presentar un proyecto de análisis económico frente a un panel de profesores en muy poco tiempo. Me sentí abrumado porque el plazo era corto, el proyecto requería integrar herramientas como Python y SQL que aún estaba perfeccionando, y además, tenía que comunicar los resultados de forma clara y convincente. La presión por hacerlo perfecto y el miedo a cometer errores me mantuvieron atrapado en la zona de estrés. Me enfocaba más en lo que podía salir mal que en encontrar soluciones prácticas, lo que me bloqueó temporalmente y afectó mi desempeño inicial.

Actitudes para manejar mejor la próxima vez y pasar rápidamente a la zona de aprendizaje:

1. Dividir el problema en partes manejables: En lugar de intentar abordar todo de una vez, organizar el proyecto en pasos pequeños y claros. Esto me permitirá concentrarme en un aspecto a la vez, reduciendo la sensación de agobio.
2. Aceptar la imperfección como parte del aprendizaje: Recordar que cometer errores es natural y necesario para mejorar. Cambiar el enfoque de "hacerlo perfecto" a "hacerlo lo mejor posible" y aprender del proceso.
3. Practicar técnicas de autorregulación emocional: Antes de entrar en la tarea, usar respiración profunda, meditación breve o ejercicios de visualización para reducir la ansiedad y comenzar desde un estado mental más calmado y enfocado.

Situación vivida:

En un proyecto de gran envergadura, tuve que liderar la asistencia técnica del sector hidrológico en un plazo extremadamente corto. No conocía en profundidad las metodologías de Agua Potable y Alcantarillado, lo que me generó inseguridad y me llevó a sentirme atrapado en la zona de estrés. La presión del tiempo, la falta de experiencia con las metodologías y la responsabilidad de liderar al equipo fueron los principales factores que me dejaron estancado.

¿Qué me dejó atrapado en la zona de estrés?

• Falta de conocimiento técnico.
• Presión externa.
• Inseguridad personal.

3 actitudes diferentes para la próxima vez:

• Preparación previa: Dedicar tiempo a aprender los conceptos clave y las metodologías necesarias antes de asumir la responsabilidad.
• Priorización y planificación: Dividir el trabajo en etapas claras y manejables, enfocándome en lo más crítico primero.
• Colaboración y búsqueda de apoyo: Involucrar a expertos en el área y delegar tareas específicas para complementar mi conocimiento y aliviar la carga.

Aplicando estas actitudes, puedo reducir el estrés, gestionar mejor los desafíos y avanzar más rápidamente a la zona de aprendizaje, lo que fortalece mi desempeño y confianza en futuros proyectos.

Cuando tengo muchos pendientes por hacer, entro en un estado de estrés, ya que muchas veces no sé en qué enfocarme y empiezo a perder la motivación en algunas de las actividades. Para contrarrestar esto, lo que he empezado a hacer es organizar mejor mis tiempos, para así conocer cuánta disponibilidad tengo para otras tareas.

Para ello tomaría estas tres actitudes: * Priorizar tareas * Establecer tiempos * Mantener una mentalidad positiva