Hace poco, trabajaba en un proyecto crítico que involucraba la implementación de una nueva tecnología de inteligencia artificial en la infraestructura existente de la empresa. La presión era alta porque el éxito del proyecto impactaría directamente en una presentación ante inversores clave. Durante el proceso, enfrenté varios desafíos técnicos y la fecha límite se acercaba rápidamente.
Lo que Me Dejó Atrapado en la Zona de Estrés:
- No tenía suficiente experiencia previa con la tecnología de IA que estábamos implementando. Esto me llevó a dudar de mis capacidades y sentirme abrumado.
- Me preocupaba profundamente que el proyecto no alcanzara el nivel de calidad esperado. Mi tendencia al perfeccionismo me hizo pasar mucho tiempo en detalles menores, en lugar de enfocarme en el progreso general.
- No comuniqué adecuadamente mis dificultades y la magnitud de los problemas técnicos al equipo. Esto me dejó sintiendo que debía resolver todo por mi cuenta, aumentando el estrés.
Actitudes Diferentes para la Próxima Vez
- Antes de comenzar el proyecto, debería haber invertido más tiempo en aprender la nueva tecnología y buscar apoyo o mentoría de colegas con experiencia en ese campo. Esto podría incluir realizar cursos especializados, leer documentación detallada y participar en foros técnicos.
- En lugar de enfocarme en los detalles menores, debo adoptar técnicas de gestión del tiempo, como la regla del 80/20 para identificar y trabajar en los aspectos más críticos del proyecto primero. Establecer hitos claros y plazos para cada fase del proyecto también es esencial.
- Desde el principio, es crucial mantener una comunicación clara y abierta con el equipo y los supervisores. Esto incluye informar sobre cualquier desafío o problema técnico tan pronto como se presenten y solicitar apoyo cuando sea necesario. También es beneficioso promover una cultura de colaboración donde todos se sientan cómodos compartiendo sus dificultades.
